La hierba dietética olvidada
en España buena contra la artritis y problemas de digestión
Conocida desde la antigüedad, crece de
forma natural en nuestro entorno y sus propiedades son muy interesantes para
nuestro organismo.
Plantas medicinales hay muchas. No
obstante, no todas son igual de conocidas. Algunas de ellas son muy populares y las
usamos a menudo. Otras, en cambio, pasan bastante desapercibidas aunque las
tengamos cerca. Un buen ejemplo de ello es la familia de las gencianas, una
planta medicinal nativa
del sur de Europa que en nuestro país no goza de una
excesiva popularidad.
Una de sus
variedades, la Gentiana Lutea,
crece de forma natural en muchos paisajes de nuestro entorno y, desde la
antigüedad, se ha utilizado con múltiples usos medicinales: remedios, jarabes, tónicos, ungüentos,
incluso antídoto para algunos venenos.
Si por algo
destaca la genciana es por sus propiedades digestivas. A lo largo de la
historia, se ha utilizado para ayudar a aliviar el malestar estomacal, las náuseas, el
exceso de gases y mucho más.
Pero no sólo
eso, existen estudios que apuntan a que puede tener otras propiedades muy
interesantes. Entre ellas, podemos destacar sus efectos antiparasitarios, antiespasmódicos o que
aumenta la absorción de nutrientes en
el intestino.
Ese sabor amargo no sólo afecta las papilas gustativas
y al cerebro. Hay estudios que
señalan que hay receptores de sabor amargo en el estómago y los intestinos.
Esta capacidad del intestino de distinguir los
sabores es la razón por la cual se ha demostrado que consumir amargos estimula
el peristaltismo, el movimiento de los alimentos a lo largo del tracto
digestivo, importante para evitar el estreñimiento
crónico.
El hígado es otro órgano clave en el proceso
digestivo. La genciana se ha utilizado en la medicina tradicional de todo el
mundo para apoyar la función hepática. En China se usa para desintoxicar el hígado, reducir la inflamación, reducir el dolor y combatir los virus. Además, la genciana también es
colagoga, lo que significa que es útil para aumentar la producción de bilis, esencial para una vesícula biliar
y un hígado saludables, ya que descompone los triglicéridos y el colesterol y
une los estrógenos sucios y los
elimina del cuerpo.
La raíz de genciana parece tener actividades
antiinflamatorias, lo que puede ayudar a tratar la inflamación crónica. Se demostró que
el gentiopicrósido, uno de los principales iridoides de la genciana, es útil
para mejorar los síntomas de la artritis reumatoide,
una afección inflamatoria crónica.
Además, otros estudios en
animales confirman que la genciana reduce los marcadores inflamatorios y es
terapéutica para las articulaciones inflamadas. Las propiedades
antiinflamatorias de la genciana también la hacen útil en la cicatrización de heridas. Alivia los tejidos inflamados
y tiene acciones antibacterianas y antimicrobianas y mejora el flujo sanguíneo
al tejido dañado, acelerando el tiempo de curación.
Equilibrio hormonal
La genciana es también un emenagogo. Con este término, nos referimos a una hierba que estimula el flujo sanguíneo en la región pélvica, incluido el útero. Las mujeres pueden tomar estas hierbas para estimular la menstruación. Por esa razón, puede ayudar a regular un ciclo menstrual irregular.
Se sabe que la
raíz de esta planta perenne herbácea, que alcanza de uno a dos metros de altura
y que destaca por sus flores
amarillas, es la parte de la que más y mayores beneficios se
puede extraer para nuestra salud, aunque otras, como sus llamativas flores,
también pueden aportar algo. La forma más común de beneficiarse de sus
propiedades es tomarla
como infusión, pero también existen suplementos naturales en
forma de cápsulas y comprimidos.
Diario EL ESPAÑOL 12 de Julio 2002
Hemeroteca de Antonio Pozo Indiano